Por: Alfredo Centeno Docente J.T.
El pasado mes de septiembre, los empleados de la empresa de aseo y mantenimiento Chemical, pararon sus actividades debido a que no habían sido cancelado sus mesadas.
Esto generó inconformismo entre las directivas, maestros y estudiantes del colegio, debido al desaseo en el que se mantenía nuestra institución. Cabe anotar que los empleados no habían recibido sueldo desde hace cuatro meses y la Institución se mostraban indiferente, como si ellos fueran cuerpos celestiales sin ningún tipo de necesidad, con la única función de trabajar, trabajar y trabajar.
Ante esta problemática, en el servicio, los estudiantes protestaron de manera desorganizada, convencidos de que así podrían llamar la atención de las personas que podían dar solución definitiva a esta situación.
Posteriormente, se conoció que las directivas del plantel buscaron soluciones ante los responsables de Chemical, pero no comunicaron nada a la comunicada afectada.
Solo manifestaron a los estudiantes que ellos debían garantizar el proceso normal de las clases y que sí estaban interesados en el aseo de los salones, deberían hacer campañas temporales para que pudieran mantener el normalidad académica en la Institución.
Pero esto sólo era “paños de agua tibia” que no conducían a un bienestar comunitario, puesto que no era sólo el desaseo de los salones y del patio lo que preocupaba, había un serio problema con los baños.
¿quién los iba a asear?
¿Sería que correspondía a los estudiantes, los profesores y directivos hacer turnos para dichos requerimientos?
De ser así, ¿quién, garantizaría que nadie fuera a presentar problemas de salud por hacer un manejo inadecuado de estos espacios?
Con esta situación, vale la pena analizar si el hecho de hacer prevalecer el derecho a la educación justifica exponer la salud de toda la comunidad que permanece en el colegio.
Esperamos que se preste más atención a estas situaciones que ojala no se presenten a futuro. Sin duda se expone a toda una comunidad en salud y bienestar. A todos se nos debe respetar nuestros derechos.
Esto generó inconformismo entre las directivas, maestros y estudiantes del colegio, debido al desaseo en el que se mantenía nuestra institución. Cabe anotar que los empleados no habían recibido sueldo desde hace cuatro meses y la Institución se mostraban indiferente, como si ellos fueran cuerpos celestiales sin ningún tipo de necesidad, con la única función de trabajar, trabajar y trabajar.
Ante esta problemática, en el servicio, los estudiantes protestaron de manera desorganizada, convencidos de que así podrían llamar la atención de las personas que podían dar solución definitiva a esta situación.
Posteriormente, se conoció que las directivas del plantel buscaron soluciones ante los responsables de Chemical, pero no comunicaron nada a la comunicada afectada.
Solo manifestaron a los estudiantes que ellos debían garantizar el proceso normal de las clases y que sí estaban interesados en el aseo de los salones, deberían hacer campañas temporales para que pudieran mantener el normalidad académica en la Institución.
Pero esto sólo era “paños de agua tibia” que no conducían a un bienestar comunitario, puesto que no era sólo el desaseo de los salones y del patio lo que preocupaba, había un serio problema con los baños.
¿quién los iba a asear?
¿Sería que correspondía a los estudiantes, los profesores y directivos hacer turnos para dichos requerimientos?
De ser así, ¿quién, garantizaría que nadie fuera a presentar problemas de salud por hacer un manejo inadecuado de estos espacios?
Con esta situación, vale la pena analizar si el hecho de hacer prevalecer el derecho a la educación justifica exponer la salud de toda la comunidad que permanece en el colegio.
Esperamos que se preste más atención a estas situaciones que ojala no se presenten a futuro. Sin duda se expone a toda una comunidad en salud y bienestar. A todos se nos debe respetar nuestros derechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario