Le doy un sí a la vida y a la sexualidad responsable ¿y tú?
Por: Mayra Sandoval J.T. 1002
Un alto número de jóvenes embarazadas recurren al aborto como solución a las dificultades que les generaría asumir la responsabilidad de ser madres adolescentes.
Con ello no sólo cometen un delito, sino que arriesgan su salud física y mental de por vida. El aborto tiene como objetivo la destrucción del bebé prematuramente y estas son algunos de los métodos empleados en Colombia:
• PÍLDORAS ABORTIVAS: este método anula la función de la placenta en formación y con esto se produce la muerte del bebé.
• EL MÉTODO LEGRADO: se comienza por dilatar el cuello del útero, lo que sólo se puede hacer bajo anestesia. Luego se introduce en el útero una especie de cucharilla de bordes cortantes llamada legra o cureta que trocea bien a la placenta y al hijo al ser paseada de arriba abajo por toda la cavidad del útero. Los trozos se extraen con la misma legra (raspador).
• MINI CESÁREA: consiste en practicar una incisión en el útero a través del abdomen materno para extraer por ella al hijo y la placenta.
• INYECCIÓN INTRA AMNIÓTICA: inyecta en el líquido amniótico en que vive el bebé a través del abdomen de la madre este método provoca contracciones como las del parto en el que el bebé es expulsado muerto.
Estos son algunos métodos que acaban con la vida de un bebé absurdamente. Ahora que los conoces, ¿Tú lo harías?. Hay momentos en los que no encontramos otra salida y no sabemos qué camino escoger, si deshacernos de él o dejarlo vivir; ni mucho menos imaginamos las causas por las cuales los jóvenes deciden tomar esta absurda decisión.
Es necesario conocer todo lo que necesita un bebé antes y después de desarrollarse, ya que opino que las personas deben tener hijos cuando lo deseen y cuando tengan las posibilidades para formarlo. Con esto no me refiero sólo al dinero, sino también a todo el amor que como seres humanos necesitamos. ¿Tú tomarías este camino? El aborto no sólo mata la pequeña vida, también puede acabar con la tuya.
El aborto es un procedimiento arriesgado en el que no sólo el bebé es el que muere sino en el que también tu vida corre peligro. La historia de Sofía “Era una noche muy bonita, la luna brillaba yo estaba acompañada de mi novio quien decía que me amaba, así como yo a él.
Estábamos en una fiesta de un amigo, que como en todas, hay alcohol y muchas veces drogas. Mi novio y yo estábamos un poco “prendidos”; me acuerdo que bailábamos y la estábamos pasando de maravilla.
Al finalizar la fiesta él me invitó a su casa de y acepté. Cuando llegamos, él me invito a otra copa de vino y yo le acepté. Estábamos escuchando música, hablando de todo un poco. Recuerdo que nos empezamos a besar y él me quitó la ropa, y yo le seguí.
Luego de muchas horas de besarnos y quitarnos toda tuvimos relaciones. Yo estaba un poco asustada puesto que no teníamos métodos anticonceptivos, le comenté mi inquietud y me dijo que no interesaba, que no iba a pasar nada. Confiaba mucho en él, así que accedí a pesar que no nos protegimos.
Después de un mes mi período no llegó, entonces le conté a mi novio. Me tomé la prueba y salió positiva. Recuerdo que él se puso pálido y llorábamos de forma desconsolada. Entonces decidimos abortar, pues teníamos sólo 17 años y una vida entera por vivir.
Cuando llegamos al centro de aborto me tranquilizaron, me entraron a un consultorio en donde había muchos instrumentos; era un espacio frió y el doctor tenía una cara de “asesino”; me acostaron en una camilla fría mientras preparaban todo para realizar el aborto por el método del legrado. Imaginaba como hubiera sido la vida con mi bebé y no podía controlar mis lagrimas.
El doctor entró a la sala, me pidió que me calmara me dijo: “después de esto todo estarás mejor, ya verás, podrás seguir estudiando, tu vida seguirá normal”. Después me anestesió y me introdujo algo por mi vagina y esto me dolió un poco; había algo adentro que absorbía a mi bebé y en mi mente lo escuchaba llorar.
Pasaron no sé cuántas horas, tenía un dolor terrible en mi alma mientras que mi novio se mostraba tranquilo. Después de un tiempo me sentí muy mal de salud. En una tarde muy calurosa empecé a convulsionar, desperté y estaba en un hospital con muchos aparatos.
Había sufrido un derrame, y es así como todavía lucho con mi vida por un aborto mal practicado”. Cuando decides abortar, te estas convirtiendo en un asesino. ¿Cómo es posible acabar una vida por irresponsabilidad? En cualquier caso lo más importante es valorar la vida propia, la de tu bebé, la de las personas que te rodean, porque el daño no es sólo físico, espiritual o mental, es total e irreparable. Es para siempre.
Llevar la muerte de tu propio hijo en la conciencia es peor que el miedo de afrontar los hechos con responsabilidad y respeto por la vida. Existe una red de apoyo en la ciudad, sólo con acudir a cualquier centro médico del distrito puedes tener asesoría médica y psicológica que muy seguramente será la orientación necesaria para tomar la mejor decisión.
Disfruta de tu sexualidad de manera responsable y con amor, no sólo por tu pareja sino por tu propia vida; los anticonceptivos son una opción. Que tu irresponsabilidad no implique acabar con la vida de un ser inocente; ellos al igual que tú, tienen derecho a la vida.
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